No importa que nombre tenga tu Dios, hay que hacer las cosas bien, ser buenas personas; aunque no sepamos si el cielo existe, es un mito, o si no hay nada... vivamos ahora aquí en la tierra. Y así, que Dios no nos encuentre sin fe, sin sueños, que sepa que sea cualquier idea que tengamos de Á‰l, siempre ha estado en nuestros corazones y nunca hemos perdido la fe.