Lo mejor de todo es darte cuenta de que aunque nadie creyó en ti y nadie te deseó lo mejor, lograste el éxito por tu propia cuenta. Que las críticas recibidas y palabras de desaliento diciéndote que no llegarías a ninguna parte, fueron lo que te impulsaron a ser mejor de lo que eras. Cuando esto te sucede, es tu triunfo personal, disfrútalo.