Cuando ya lo creía todo perdido, llegaste tú. Eres lo que Dios me tenía reservado. No esperaba mucho del amor, creí que era un sentimiento que quedaría siempre guardado en un baúl sin llaves... pero de pronto llegaste tú: alguien cuyo corazón late al unísono del mio; tan sólo nos separan algunos puntos y comas, porque ya tus versos están en los míos y vivo a través de ellos. ¡Eres mejor amor de lo que llegué a soñar alguna vez tener!