Sí, he cambiado, y todos cambiamos cuando el dolor se hace presente en nuestras vidas, cuando sentimos que todo lo que hemos dadono es valorado. Cuando sentimos ese menosprecio, sentimos que no valemos nada, pero no es así. Sentir dolor y menosprecio nos cambia, y a las personas de valor nos cambia a mejor: Ya no tomamos las cosas tan en serio, ni tampoco nos dejamos manipular.