Desde el momento que te vi, te amé, pero desde el principio sabía que te perdería. Todo estaba destinado a ser un breve encuentro y nada más; un breve tiempo de amor. Y aun sabiéndolo, mejor fue amarnos unos momentos que no haber hecho nada por este amor. Nunca habría un nosotros, no habría un “para siempre—, sólo un momento que vivir, sólo mientras dure.