En un día gris y lluvioso, la mente se dirige hacia un amor que alguna vez fue nuestra razón de vivir, pero que ahora es solo un recuerdo. A pesar de que la melancolía duele, no podemos ignorarla. Volvemos al pasado con una suave música que alguna vez fue nuestra, recordando momentos que ya no podemos tener. Siempre duele recordar lo que hemos perdido, pero debemos seguir adelante y vivir sin su presencia.