Aprendí a amarte a distancia, a amarte de memoria, porque si no existieras tendría que inventarte, pero no es necesario, porque tú existes aquí en mi corazón y en mi mente. Muchas veces incluso puedo escuchar tu voz que me llama, y sé que no estoy soñando, eres tú... eras tú. No podías ser nadie más que tú.